Porque un buen fotógrafo puede también ser cercano... Porque los nervios
de una boda se llevan mejor entre risas... Porque el conjunto puede hacer que ese día sea memorable, al igual que el
reportaje resultante. Porque el día de tu boda todo pasará rápido.... muy
rápido. Porque puede que algo se te pase por alto... pero a un buen fotógrafo nada se le pasa. Porque una buena fotografía puede devolverte cada detalle y cada momento de tu boda una y otra vez. Y
porque con el paso del tiempo apreciarás cada vez más esas fotos que te devuelvan a esos instantes tan preciados.